Pero lo práctico y ventajoso de ellas no es lo único que debes tener en cuenta. Las estanterías también son perfectas para separar ambientes grandes y crear diferentes zonas en una misma habitación aportando sensación de un espacio más amplio y marcando la actividad de la zona. Por eso, hoy te traemos varios ejemplos que no puedes dejar de lado.
En principio, si tienes hijos chicos, es importante inculcarles ya desde pequeños que hay un tiempo de juego y uno de tareas. Una estantería, aunque sea baja como la que ves en la imagen, te ayudará a separar la zona de la cama y dará sensación de privacidad al escritorio.
Si tienes una sala grande, y como en mi casa, es la “zona de batalla”, seguramente se realicen numerosas actividades al mismo tiempo. Claramente no puedes dividir la sala en diez zonas diferentes, pero una estantería que no llegue al techo es perfecta para separar el escritorio y el rincón de lectura. Al no ser tan alta permite que la luz pase y claramente, podrás guardar tus libros y materiales para tenerlos siempre en orden y al alcance de la mano.
Si vives en un monoambiente o en un piso muy pequeño en donde el dormitorio y la sala de estar están unidos es importante crear una sensación de privacidad. Coloca una estantería doble, es decir, que permita ver a través de ella, te permitirá marcar las zonas pero no te quitará luz natural.
Una estantería multiuso es perfecta para deliberar las zonas de tu habitación. De un lado tendrás la privacidad que precisas en la zona de la cama, y del otro, tendrás un espacio de recreación en donde ver televisión o leer, y claro, puedes guardar desde libros hasta ropa.
Fuente: Hogar total
